CA
01
Carta del Presidente
02
Carta del Director General
03
Decálogo de principales indicadores

5.5. Tendencias y retos

Fin de la etapa normativa, inicio de la implementación

El sistema bancario ha visto el final de la gran oleada regulatoria iniciada en 2008 con Basilea III, que alcanzará su plena aplicación en 2019. Hasta entonces, no se han registrado nuevas formulaciones normativas si bien se inicia ahora una nueva y compleja etapa de consolidación e implementación de toda la normativa publicada, que conllevará notables esfuerzos de integración.

Consolidación del mapa bancario y nuevos entrantes

El sector financiero atraviesa por una fase de transformación que lo está llevando a moverse en una doble dirección. Las fuerzas que promueven estos cambios podrían definirse como fuerzas centrífugas y fuerzas centrípetas.

Las fuerzas centrífugas serían las que han conducido al proceso de concentración bancaria que, si bien a un menor ritmo que en los últimos años, sigue su curso habiendo añadido en los últimos tiempos una visión más paneuropea del proceso de concentración.

Por otro lado, las fuerzas centrípetas son las que han atraído a nuevos actores a ofrecer servicios especializados que tradicionalmente eran propios del sector bancario, como los servicios de medios de pago o selección de inversiones, y que se caracterizan por su elevado grado tecnológico, inmediatez y facilidad de uso. Entre estos servicios destacan los nombrados neobancos, los cuales ya están entrando en el territorio competitivo de la banca más tradicional, aunque su modelo de negocio no tiene, hoy por hoy, una viabilidad reconocible.

Movilidad e inmediatez en el servicio bancario

La movilidad y el tiempo real son factores críticos para los usuarios de servicios financieros. Por ello, actualmente los dispositivos móviles constituyen el canal de mayor crecimiento en la interacción de los clientes con su entidad financiera y con un uso muy intenso de servicios.

Las capacidades de procesamiento digital, la inteligencia artificial y, por tanto, la capacidad de respuesta interactiva son fundamentales en la calidad de la prestación de los servicios financieros al haberse modificado los hábitos de los consumidores, los cuales requieren una mayor intensidad en la interacción con su proveedor financiero.

En 2018, la app de Caja de Ingenieros BancaMOBILE ha superado los 13,5 millones de accesos, con más de 93,5 millones de operaciones realizadas. Por su parte, la BancaONLINE registra casi 8 millones de visitas en el año y más de 33 mil visitas al día. Así pues, por primera vez la BancaMOBILE ha superado en accesos a la BancaONLINE.

Asesoramiento como respuesta a la mayor complejidad financiera

Es evidente que la toma de decisiones financieras por parte de los consumidores está siendo cada vez más complicada, lo que se deriva no solo de la mayor complejidad del contexto económico, sino también de la propia regulación financiera y la mayor protección al consumidor en los ámbitos de inversión y financiación.

En este contexto, es imprescindible la potenciación de la formación financiera y el asesoramiento profesional de calidad, personalizado y transparente como herramientas clave para poder aportar valor a la toma de decisiones por parte de los consumidores. Los servicios de Gestión Delegada surgen, pues, como alternativa para ejercer la toma de decisiones basada en el conjunto de elementos analíticos y en la monitorización de los resultados, y eliminar el sesgo de comportamiento que no optimiza la gestión de las decisiones.

Eficiencia y gestión de la productividad

La persistencia de tipos de interés negativos, junto con unas primas de riesgo distorsionadas por el crecimiento del balance de los bancos centrales y la imposibilidad de repercutir estas distorsiones sobre el coste de los pasivos bancarios, presiona de forma clara la generación de ingresos del sector.

Asimismo, la digitalización y la presión competitiva y regulatoria (tanto como presión hacia una mayor transparencia en las políticas de pricing como coste del sector para cumplir con los requerimientos regulatorios) son elementos añadidos en la reducción de los ingresos y, por tanto, impactan directamente en la eficiencia de las entidades financieras. En este contexto, la adecuación de la estructura de costes, la mejora en las métricas de productividad, una adecuada selección de los riesgos en balance y la capacidad de crecimiento rentable son las palancas que permiten abordar mejoras en la eficiencia.

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