Apreciadas socias y socios:
En 2018 se ha cumplido el décimo aniversario de uno de los hechos de mayor impacto que ha sufrido el sector financiero y que supuso, en gran parte, su transformación: la quiebra de Lehman Brothers. Durante estos años, han sido varios los retos que ha tenido que afrontar el sector a causa del esfuerzo regulador por parte de las autoridades económicas al exigir a las entidades financieras mayores ratios de capital y de mayor calidad, además de una gestión más esmerada de los riesgos de crédito y liquidez en los balances bancarios. Por otro lado, sin embargo, de estos retos han surgido oportunidades como una gobernanza más robusta y exigente, además de unas políticas de transparencia más sólidas hacia los clientes y accionistas.
Aparte de las demandas reguladoras, se ha vivido un periodo económico y financiero complejo, especialmente por los bajos tipos de interés o tipos de interés negativos que han pretendido impulsar la recuperación del crecimiento económico, que, a pesar de todo, sigue en un estadio de letargo.
Con respecto al sector financiero, se ha producido la práctica desaparición de las cajas de ahorro en nuestro país, lo que ha comportado una reducción del mapa bancario con un 80 % menos de entidades bancarias respecto de hace diez años, una destrucción de más del 30 % de los puestos de trabajo del sector y la desaparición del 40 % de las oficinas bancarias.
Esta reflexión inicial pretende poner en perspectiva la tarea que ha llevado a cabo Caja de Ingenieros en este periodo, que podemos calificar de exitosa. El Grupo ha mantenido la apuesta firme por un modelo de banca cooperativa, próxima a los socios y adaptativa al contexto, procurando que la estabilidad financiera del Grupo (es decir, solvencia, liquidez y rentabilidad) mantuviera intactas las capacidades de crecimiento de la propuesta de servicio que el Grupo desarrolla para servir a los socios.
Por todo ello, diez años después, el modelo de Caja de Ingenieros ha reforzado su solidez y sigue sumando la confianza de gran parte de la población, y por eso los nuevos retos que el Grupo afronta no solo son exigentes, sino también ilusionantes. Crecimiento, digitalización y sociedad son los ámbitos en los que en 2018 hemos hecho un mayor esfuerzo, y el fruto de todo ello se refleja en los principales indicadores de actividad.
El modelo de Caja de Ingenieros ha reforzado su solidez y sigue sumando la confianza de gran parte de la población, y por eso los nuevos retos que el Grupo afronta no solo son exigentes sino también ilusionantes; crecimiento, digitalización y sociedad son los ámbitos en los que en 2018 hemos hecho un mayor esfuerzo.
Durante el ejercicio 2018 hemos seguido invirtiendo en la digitalización del Grupo. Una muestra es la nueva web que hemos estrenado y que, en definitiva, es una oficina más de la Entidad que nos permite llegar a todos los rincones del territorio y facilitar la operativa a los socios con el mejor servicio. De hecho, la digitalización del Grupo es tan elevada que el 65 % de los socios son digitales, es decir, utilizan alguno de los canales digitales de Caja de Ingenieros como la BancaONLINE o la BancaMOBILE. Destaca, también, el aumento de las descargas de la aplicación de BancaMOBILE en un 51 %, mientras que la banca digital ha recibido alrededor de 33.000 visitas diarias.
En este mismo año también hemos seguido apostando por las oficinas de proximidad y de atención personalizada con la apertura de nuevas sedes en Bilbao, Manresa, Vic y Barcelona, algunas de ellas bajo el modelo de oficina AVANT.
Por otra parte, los resultados del ejercicio 2018 demuestran la fortaleza del Grupo Caja de Ingenieros. Hemos obtenido un volumen de negocio un 7,65 % superior al del año anterior, llegando a los 6.190 millones de euros, y unas ratios de capital, 14,24 %, y de morosidad, 2,77 %, mejores que las que registra de media el sector. Además, como entidad cooperativa con una fuerte convicción para impulsar la economía real, hemos incrementado la concesión crediticia en un 19,06 % y hemos formalizado nuestro compromiso con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adhiriéndonos al Pacto Mundial de Naciones Unidas.
El resultado obtenido ha sido de 12,8 millones antes de impuestos y dotaciones al Fondo de Educación y Promoción. Este fondo se destina a la acción social del Grupo, principalmente canalizada a través de la Fundación Caja de Ingenieros.
Finalmente, no querría dejar de agradecer a todo el equipo que forma parte de Caja de Ingenieros su esfuerzo: al equipo directivo y al Consejo Rector por velar siempre por preservar nuestra manera de ser y de hacer, centrados en el socio y en resolver sus necesidades, y por mantenernos alineados con nuestros valores; y al conjunto de los profesionales que integran el Grupo quiero agradecerles su compromiso, porque sin ellos nada de lo que hacemos sería posible.
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